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Crecer en la diferencia

Crecer en la diferencia



Por: Edward Pérez

Escuchando una intervención del señor Casiano Lora, ex gobernador de la provincia de Dajabón en días pasados en un encuentro, me llamó la atención cuando este decía que podemos crecer en la diferencia.

Es muy importante entender que podemos tener diferencias ideológicas y debemos aceptarnos y respetarnos así como somos.

La poca capacidad de manejo de emociones y conflictos, no nos permite entender que podemos tener diferencias ideológicas, religiosas, políticas y ser amigos.

En el deporte es un poco más flexible, aunque, aun así, se logran distanciamientos en la época de los torneos.

A los dominicanos nos encanta presumir la última moda, pero no nos preocupamos por darle mantenimiento ni buen uso a nuestro pensamiento y forma de ejecutarlo.

Somos muy buenos siendo incapaces de dirimir situaciones entre nuestros compañeros, amigos y familiares. Somos tan injustos que podemos entender y apoyar la postura de un extraño, obviando deliberadamente la de un conocido, compañero o amigo.

Vivimos en modo estafado o engañado por la sociedad, y con miedo a reconocer que somos parte de ella.

Hasta que el dominicano no entienda que se puede crecer en la diferencia, no vamos a superar el chisme y el rumor sociocultural.

Crecer en la diferencia es, respetar a los demás, entender a los demás, y ser disciplinado con uno mismo.

Cómo medir su crecimiento en esta materia.

Cuando usted tiene la capacidad de ver y escuchar a ineptos, incoherentes blasfemar sobre usted, sin antes ellos acercársele y tratar de confirmar la información o el rumor y la postura suya es ecuánime, relajada y sin resentimientos, ya usted está en el nivel 2 del crecimiento en la diferencia.

¿Cómo aceptar la diferencia y la diversidad sin caer en la indiferencia?


Respetando la diferencia, resaltando los logros y obviando la parte negativa podemos aprender a aceptar la diferencia de los demás.

No es una obligación aplaudir los logros de alguien, pero tampoco lo es intentar apagar su luz.

La envidia no les permite a muchas personas crecer en la diferencia porque lo que más y mejor caracteriza a la verdadera envidia es el deseo de que el otro, el envidiado, no tenga lo que tiene, de que no sea verdad que lo tenga, de que no sea cierto su éxito o no sea tanto como parece su riqueza material.

No olviden que se atrapan más moscas con miel que con vinagre…

Aceptar las diferencias es una oportunidad para crecer como personas y fomentar una cultura de paz y respeto a nuestro alrededor. Es momento de tomar el reto de ampliar nuestra mente y nuestras perspectivas.

En mi proceso de aprendizaje del crecimiento en la diferencia, entendí que la política es decepcionante, y que más decepcionante es retirarse de ella después de una decepción…



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