Candidatos que duermen poco y sueñan mucho
Por: Edward Pérez El ciudadano de la frontera
Con el paso del tiempo veo que muchos están saliendo del anonimato con aspiraciones a cargos electivos, principalmente a senadores y diputados. El fenómeno es a nivel nacional, pero solo me voy a referir a la provincia de Dajabón. Muchos de esos aspirantes y/o postulantes no han entendido que la magia desapareció y no fue por falta de magos sino porque el público cambió. Se prevé que para las elecciones del 2024, el 65 % del electorado sean jóvenes de menos de 35 años de edad, estos deja a muchos dinosaurios fuera del escenario porque ellos no manejan el lenguaje político de la actualidad. La nueva sociedad exige proyectos y propuestas creíbles ya que la época del que vocee más fuerte también murió junto con los magos. Dentro de estos grupos existen unos auto proclamados lideres, que no han entendido la equis de la política actual, la cual los obliga al desarrollo de estrategias, alianzas, conocimiento de causa y una larga hoja de servicios sociales. No podemos pensar que el pueblo es ciego e ignorante y quienes lo piensen serán parte del zafacón de la historia. Estos perfiles sin futuro serán el festín para los que manejamos medios de comunicación y analizamos política. ¿De dónde nacen estos sueños? Desde la época de los faraones existen las cortes de lambones y tumba polvo, gente sin escrúpulos, sicarios de morales, quienes son capaces de venderle su alma al Diablo para mantener el agrado de sus amos. De este tipo de seres despreciables es que nacen muchos proyectos, quienes se encargan de poner en ridículo a gente que no tiene posibilidad alguna de ganar elecciones aun quedando como candidato único, ya que ni su propia familia votarían por ellos. Además, no tienen propuesta de gobierno, de cómo enfrentar a la problemática social de cara a los nuevos tiempos. No todo es malo…Porque de los sueños sin fundamentos de estos postulantes, viven muchas personas (los que hacen las gorras, los afiches, los t-shirt, la doñita de la receta, el pica pollo de la esquina, el colmado que vende la botella de Ron. Etc.). En época de campaña el auto engaño es el virus más grande del momento. Muchos crean encuestas en redes sociales y se la envían a sus amigos y conocidos y esto da un resultado de 98% a su favor y el 2% restante no votó porque se le terminó el paquetico pero la encuesta nunca salió de la lista de sus contactos. La palabra “fraude” y la frase “me venció el poder” terminan siendo tendencia en boca de gente que nunca tuvo posibilidad alguna. Quienes dan ruedas de prensa y hacen comunicados porque su auto engaño lo llevó a coger dinero prestado y al final deben demostrarles a sus acreedores que las elecciones le fueron vilmente robadas. Esto da risa, pero es la pura realidad. Del grupo de los que no tienen posibilidades hay una sub-división y es aquellos que están conscientes de su derrota en las urnas pero luego se le debe dar una posición en el gobierno para que recuperen la inversión. Laceraciones. De los candidatos sin propuesta es de donde nacen los ataques a sus rivales ya que no tienen otra forma de hacer campaña. Cuando pasan las primarias muchos quedan enemigos porque no supieron canalizar sus impulsos y reacciones, y esto daña a los partidos. Luego los partidos políticos deben crear comisiones de alto nivel para resolver situaciones de generales sin tropas, quienes se pelearon por bobadas, similares a los pleitos de niños en los colegios o en el barrio. Despido este artículo pidiendo de favor que no me incluyan en los listados de candidatos, ya que mi único objetivo es seguir trabajando por el bienestar del gobierno del presidente Luís Abinader, que se traduce en bienestar social.
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